MISTERIO DE LA MADRE OLVIDADA
– MARIA SIMBOLO Y RAZON DE REDENCION
– O UN RECORRIDO POR LA FE
«DIGNARE ME, LAUDARE TE, VIRGO SINGULARIS, VIRGO SACRATA»
MARIA ES ALGO MAS QUE UNA BELLA METAFORA ORIENTAL
«Como en el ojo de una aguja
quiere enhebrarse en tí la
larga mirada mía»
(ANOTO DE POETA RILKE)
Madre del dolor que esperanzadamente sostienes la cabeza del hijo de Dios, tu hijo hombre, hijo del hombre, y desesperadamente sostienes también el antebrazo de ese tu hijo, ya derramado en la muerte.
Es el paso crucial, nuestro paso, que alrededor tuyo en penitencia, significa y produce como un sacramento el efecto de tus cofrades y tu cofradía, sacramental por eso.
La garganta enronquecida
Las lagrimas agotadas
Es la figura patética que nos sostiene entorno tuyo como si fuera posible tu consuelo.
Eran los albores de nuestro credo
Eran las preguntas del alma desgarrada.
¿Porqué tu hijo?
¿Porqué Cristo?
¿Porqué muere la esperanza?
¿Para dar gloria? ¿a que Dios?
¿Para continuar que especie?
¿Para que ha nacido?
¿Sólo para morir?
Permítenos, Madre de los Ángeles, que estos cofrades tuyos ávidos de fe con sus hábitos y sus capas, al son de tambores, cornetas y campanas llorando, recorran esa senda dolorosa, larga amargura, y busquen la respuesta que necesitan.
Este largo desfile que se proyecta en el tiempo, con el hombre que por sí sólo carece de esperanza, permitele Madre de Dios ir en pos de tus pasos, para encontrarla.
La historia más lacónica, completa y patética de la Biblia es la descrita por Juan el Evangelista:
«Junto a la cruz de Jesús, estaba de pie su Madre»
Donde tú, Madre, sin ninguna esperanza estas viendo martirizado y torturado a tu hijo y sin ninguna esperanza lo estás viendo morir y tú, Madre de la Esperanza que buscamos, sostienes a tu hijo y misteriosamente en tu dolor y amargura, en tu angustia, María Virgen de la Alhambra, sentimos a luz de este camino.
«Junto a la cruz de Jesús estaba de pie su Madre»
Este paso patétido, es el que nos encamina con silencia expectante al inicio de esta historia.
El tiempo de las promesas va desde los Profetas al Bautista.
Ya en el siglo VIII a. de C. Isaias, el profeta iluminado anuncia, «que el «enviado» nacería de una mujer Virgen».
Es poco más, lo que se encuentra tuyo, en los Profetas, al rigor de los intérpretes, tal vez, en Jeremías o Daniel o en el libro del singular Jonás, pero poco más.
Nos detenemos, para ilustrar nuestro propósito de Isaias.
El Cielo ha querido que la Tierra colabore con él para dar nacimiento al Verbo Encarnado, se dirá más tarde.
El espiritu de sabiduría e inteligencia, ha hecho de San Juan, el más penetrante de los evangelistas.
Y en este pasaje, que repito:
«Junto a la Cruz de Jesús, estaba de pie su Madre»
Es el de la elección Divina, para que «nazca» aquí en la cruz, la «Maternidad Espiritual» y para desarrollar esta idea mía ontológica, de ansiedad, – margino lo teológico intencionadamente y en este estremecedor de paso, en esta escena de tanta y tan honda significación, nosotros por nuestra condición humana, podríamos preguntarnos:
¿Sabía María, de esta honda significación, de lo que estaba pasando en el Calvario, en el Gólgota?.
El misterio se vislumbra sólo en penumbra. Pero prescidiendo de si sabía o no María de este hondo misterio del Calvario, lo que sí sabemos es de su hondo dolor y de su ejemplo que con su angustia, que sostenía la Fé de su amor por el hijo, derrumba nuestro titubeos de duda.
Lo importante no era comprender el misterio del Calvario, (y la Teología está de acuerdo) lo importante era en ese inmenso dolor que comprendemos, que viéndote, sentimos fue tu entrega, esa entrega por tu fé y en la fé, tus cofrades vamos ascendiendo por nuestros pasos a tus pasos.
«Angelus Domini», es la Anunciación.
Y en la modernidad de hoy, con la imaginación cineasta de hoy, no nos es dificil «imaginar».
«La escena presidida por el Angel y en un segundo plano, en un rincón
de la esancia y en el silencio, María
«La joven observa, reflexiona y calla»
«Atenta y obediente María se turbó» nos dice el Evangelista Lucas (1-29).
No nos es difícil imaginar al Angel, exponiendo e informando del proyecto divino, a la joven María.
A María no se impone nada y en este instante de importacia y de tan honda transcendencia y que tanto ha ocupado a teólogos y tratadistas.
María reflesiona y tiene conciencia de su opción, y tiene la salvación del hombre en su palabra.
Es ese instante de elección, en el que puede clara y legitimamente rechazar o aceptar, pues María tiene plena conciencia moral de su libertad, que nadie coarta y donde ella afirmando, declarando: «Hagase en mí, según tu voluntad» salva al hombre.
¿Es o no María, razón y símbolo de redención?
En este instante, de turbación y reflexión, María nos salva, porque su hijo salva al hombre.
En Israel, todas las mujeres soñaban con este destino, con este designio, con este sueño profétido fantástico, todo sucedía en Palestina, esto es Samaría, Judea, Galilea, o lo que es lo mismo Israel y en un ricón olvidado y desconocido: Nazaret.
En el Antiguo Testamento, nada ni nadie sabe que era y donde estaba, es decir no se cita Nazaret.
Tampoco el Talmud, libro Sagrado de Sión, hace alusión alguna, y menos la cartografía romana.
Es como un olvido intencionado y María la Virgen, nace en ese olvido intencionado, Nazaret.
El dato aparece «a posteriori» en el Nuevo Testamento, por los evangelistas, «Nazaret», y se describe como un pequeño rincón, con sus rivalidades provincianas, habitado por comerciantes y pastores.
Y no sabemos más d Tí, de tu familia, ni de sus parientes. Por los «Apocritos» cojemos el nombre de Joaquin y Ana, tus padres.
Todo el misterio de María, está encerrado en el silencio, en el olvido de los siglos.
En la Biblia, silencio y en los Evangelios apenas dos capítulos hablan de María y se dice cumplen, y cuando apareces, apareces como quien eres.
«Alumbradora de Luz»
«Madre del Divino Hijo»
De ese hijo que ahora guardas en la muerte.
¿Pero porqué apareces y desapareces como una estrella errante?
¿Es el Proyecto Divino?
¡Que poco se habla de tía y cuanto querríamos hablar de tí!
Lucas: Cuando se pierde Jesús ¡Que largos y angustiosos 3 días!
Precursores del dolor que ahora sufres.
– Marcos, en Cafarnaún
– Juan en Caná, y en ese Calvario
– S. Pablo habla de tí, pero podía haberte significado más
«Dios envió a su hijo nacido de mujer» y esa mujer eras tú «MADRE»
Si, de mujer, San Pablo, pero transparente como el silencio, como el olvido.
Tan desinteresada y tan humilde que ella sola, nos trnasparente el misterio de Dios, de la Salvación, de Redención.
Esta Virgen de piedad, tan plena de discreción, perdida en la noche del olvido y siempre al pie del sacrificio y la esperanza. De esa esperanza que en nuestro caminar estamos encontrando tus peregrinos nazarenos.
Esperanza y angustia
Evocador olvido cuando se hace recuerdo
Mi pena es muy mala
Porque es una pena
Que yo no quisiera
Que se me quitara
(Cantar popular)
¿Que triste verdad?
Tener que alimentar el recuerdo para matar el olvido
María se pierde silenciosamente en su hijo
Profunda soledad en Dios, llama apagada
y tú dijiste
«Hagase en mi según tu voluntad» y nos salvastes. Fué la afirmación incondicional, universarl, de la voluntad de Dios. Fué la voluntad de Dios para salvarnos.
Eres tú la razón y el símbolo de esta redención.
Sí, en esa aldea desconocida, ignorada, nace MARIA y ahí se centra el destino del hombre.
Es un paso más de nuestros pasos, María de Nazaret, y aquí juegas y vives y por el derecho hebreo te declaran «GEDULAB», mayor de edad, y aquí situa el Apostol Lucas, tus esponsales, con ese hombre santo, virtuoso y modesto que es José y aquí en Nazaret, es esta sociedad provinciana, primitiva, cerrada, vienen celebrando esta mayoría de edad, tus esponsales y también el tiempo de la «Anunciación y la Encarnación (Lucas)
«Hagase en mi según tu voluntad, y
Ni la vida, ni la muerte, Ni la persecución que sufres
Ni la calumnia que sufres
Ni la mentira que sufres, nada te hará temblar
Es tu entrega por Fé, en el Padre»
Pero este olvido intencionado, o este silencio voluntario, repetido, nos pierde en el tiempo.
Podemos imaginar como fuistes, porque sabemos como eres.
Basta mirar a tu hijo para saber como es la Madre.
«El Hijo, es el doblre de su Madre,
Cristo y María, María y Cristo
humilde y paciente
sabia y fuerte
llena de paz y mesirecordiosa
Las Bienaventurazas son como uneco tuyo, Madre
Eres la que haces nacer Cristo en nosostros y por tí,
aparece El, en nuestra vida.
Y en la medida de nuestra sensibilización del mundo, en la medida en que vivamos como aquel Cristo, que se identificaba con la desgracia de los otros, te sentiremos a tí Madre.
Si junto a la Cruz de Jesús, de pie estabas, Virgen de las Angustias de esta Alhambra y en el Calvario eras como una patética figura de silencio.
Y ahí, Cristo, tú hijo, resolvió el destino de su vida con tus mismas palabras (Marc. 14-36)
«Hagase en mi según tu voluntad»
Y no importa Madre en tu dolor, que conozcas o no el misterio del calvario, comprendemos tu angustia, y tu suplica y tu reroche de Madre.
¡Padre! yo no entiendo nada, todo parece incomprensible,
¿¿Porqué, porqué tiene que morir mi hijo, y porqué de esta forma tan cruel y sangrienta?
Es tu fé Madre, tu resignación Madre
tu dolor Madre, tu esperanza Madre
Hágase tu voluntad
cúmplase en todo y en todo tu voluntad
fué el holocausto perfecto
El Sacrificio total, al que hay que encontrar una respuesta
En esta triste y trágica tarde del Sábado, la Fé levantó un altar en la cumbre más alta del mundo.
El corazón conoce, lo que la lengua nunca podrá pronunciar, ningún humano podrá levantarse y ante Dios, preguntar
¿Porqué Dios? ¿Porqué Dios?
Sus caminos son desconcertantes, frecuentemente nos hunde en la confusión.
Tu travesía por la experiencia humana fué como un olvido, un silencio, un silencio que proyecta su luz y su sentido en el tiempo.
Pero ahora, después de dos mil años, necesitamos más que nunca de Tí y de Tu Hijo.
¡ya es tiempo de que Cristo renazca!
Qyue lo hagamos renacer, que vuelva a encerrarse en este mundo tan distinto de aquel en que vivió.
Que el misterio de la Eucaristía transcienda al trozo del pan, y que el ¡HOC EST CORPUS MEUM» se extienda al mismo COSMOS, transformado a través de los siglos por la Encarnación, nunca terminada.
El plan grandiosos de Dios, desde la Eternidad y ejecutado por tí Madre y Cristo, tu Hijo, en el tiempo, es la
DIVINACION DEL HOMBRE
Dios nos creó a su imagen y semejanza y depositó en nosotros una semilla divina para participar de la naturaleza divina y cada vez más tenemos que hacernos semejantes a El.
Es la dimensión cósmica de la Redención.
La única razón de ser de la naturaleza humana.
El camino que nos marcastes Madre, con tu afimación hacia la Libertad y el Amor.
Es el porqué, Fué de la Cruz, tu cruz, verdadero símbolo de nuestra piedad, ANGUSTIAS DE LA ALHAMBRA.
Es la respuesta a este holocausto incomprensible María nos dá a Cristo y Cristo nos revela al Padre, y Cristo des la Cruz nos dá una Madre para cuidarla eon fé y veneración. Nos dá una Madre para que nos transforme en AMOR.
Es como un signo sacramental
Significa y produce algo
Declara a todo los redimidos, hijos de María
Es la exégesis de Juan «MADRE DE LOS VIVIENTES»
Es el único sentido posible, del porqué esta Piedad, ANGUSTIAS DE LA ALHAMBRA, sostenga la cabeza de su hijo muerto.
Es la única explicación posible de que NUESTRA VIRGEN DE LA ALHAMBRA, tenga al hijo que guarda, muerto. Pero en nosostros redimidos, está la posibilidad de la vida.
No vamos a ser como aquellos hombres que no tuvieron ni piedad, ni caridad.
No podemos dejar morir otra vez a tu Hijo, MADRE y esta noche y madrugada de este sábado de dolor, tus hijos, estos cofrades, Señora y Reina de los Angeles, desfilando en procesión, van a dar la vida al Hijo que guardas muerto.
no llores más Madre
Granada quiere consolarte